martes, 10 de agosto de 2010

Motivación humana: Cómo y porqué buscamos el significado




En esta sociedad de consumidores las marcas y productos han llegado al punto en que dejan de ser vistos como simples objetos funcionales. En la actualidad los consumidores han adoptado sus marcas favoritas como parte de su vida, incluso las que no gustan tanto forman parte de la vida cotidiana, ya sea por sus anuncios o por los productos que son vistos en otras personas. Las marcas, tanto por sus logos, lemas, colores, productos y servicios ahora son parte de la familia de los humanos.

Más allá de los deseos y necesidades físicas que tiene el ser humano, es un deseo y una necesidad el adquirir cierto producto que hoy en día forma parte de nuestro ambiente y nuestra vida. El psicólogo estadounidense Abraham Maslow categoriza estas necesidades de los consumidores en tres: las necesidades utilitaristas, las necesidades de identidad y las emotivas.

Un buen ejemplo, sería el beber agua; sabemos que el agua es vital para la supervivencia del humano, pero el comprar agua de una marca en especial, no es solo el liquido lo que alimenta nuestra sed, sino también la satisfacción de consumir el agua de esta marca en especial. Además de saciar la sed también nos brinda todo lo que esta marca nos promete, ya sea frescura, salud, dieta, o formar parte de una sociedad.

Basándose en el ejemplo, las necesidades utilitaristas, son la necesidad del agua como tal para saciar la sed. Las de identidad son el estatus social en el que te clasifican al consumir cierta marca de agua. Y las emotivas se basan mas en lo que uno espera obtener, en este caso sería frescura, salud, etc.

Nuestras necesidades van cambiando con el tiempo, y así como las necesidades, la sociedad y las nuevas generaciones van creando ese cambio, convirtiéndose en los nuevos consumidores del momento. Es por eso que algunas marcas son tan populares por un periodo de tiempo o éstas se basan en un cierto tipo de consumidor, ya sean jóvenes o personas adultas.

Hoy en día vivimos en un ambiente repleto de artículos y marcas de las cuales más de alguna persona habrá dicho: “es que yo no puedo vivir sin él”. Nuestras marcas son parte de nuestras vidas y familias, es como un romance personal ente el producto y el consumidor, donde el consumidor constantemente está indeciso en si querer que el producto mejore o en que permanezca de esa forma por siempre, lo que si sabe es que espera que nunca le haga falta y que nunca quiebre, pero como eso no es 100% un hecho o una seguridad, siempre surgirá una marca mejor que llegue y lo suplante, aunque en algunas ocasiones el consumidor enamorado podrá mencionar “ninguno como el primero”.

Este análisis fue basado en la lectura llamada: “Brand and Meaning. Human Motivation: How and Why We Seek Meaning”


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